Historia de nuestra empresa
La empresa KISSING fue fundada en 1850 por HEINRICH KISSING.
Desde muy joven, Heinrich Kissing gozaba de reconocimiento internacional por sus inusuales habilidades de grabado, por las que fue homenajeado en la ciudad de Düsseldorf en 1880. El joven y creativo grabador se convertió en el creador de un nuevo proceso para repujar cuerpos de Cristo fundidos.
Él y su hijo Franz se especializaron en la producción de corpus y símbolos religiosos de la fe, también conocidos en la época como «objetos devocionales». Toda la gama de productos se presentó por primera vez en la Exposición Universal de París de 1878, sentando las bases de un próspero desarrollo.
Franz Kissing construyó un impresionante edificio empresarial en 1900, en el que unos doscientos empleados trabajaban a finales de siglo en la producción de objetos devocionales religiosos y sistemas de cocción de hostias.
Equipo para hostias
En 1860 se fabricaron las primeras planchas para hornear hostias.
Las planchas de hierro fundido están provistas de los más finos grabados para permitir la cocción de hostias laicas y sacerdotales con diferentes motivos.
Más tarde, muchos países encargaron no sólo las planchas de cocción de hostias finamente grabadas, sino también máquinas de cocción completas aptas tanto para el fuego abierto como para el funcionamiento eléctrico. Muchas de las máquinas de hornear KISSING construidas siguen siendo utilizadas cien años depués en todo el mundo gracias a su sólido diseño.
Incluso hoy en día, tanto las máquinas de cocción de hostias sencillas como las altamente técnicas de KISSING se exportan a más de 130 países de todo el mundo.
Cinco generaciones a su servicio
Hace unos cincuenta años, la empresa familiar KISSING comenzó también a producir medallas y condecoraciones en relieve para atletas y organizadores de carnaval.
En 1994, los hermanos Franz (*1923 + 2013) y Adalbert Kissing (*1929 + 2003), que dirigían la empresa desde 1950, la traspasaron a Uta Kissing, la hija menor de Adalbert Kissing, que entonces sólo tenía veintiocho años.
Por primera vez, en la quinta generación, es una mujer quién dirige la tradicional empresa en Menden.
Bajo su dirección se invirtió, entre otras cosas, en maquinaria moderna: Se adquirió una prensa de estampación con una capacidad de presión de 1.000 toneladas y una prensa de monedas de alta velocidad.
El taller de galvanoplastia se equipó con un moderno sistema de aguas residuales. A continuación, se adquirió una moderna máquina de grabado por láser para la rápida realización de sellos y firmas en relieve.
Kissing GmbH